Orizaba, Veracruz.- Los integrantes de la banda de de secuestradores que operaba en Orizaba e Ixhuatlancillo, al rendir su declaración preparatoria en el Juzgado Tercero de Primera Instancia, unos se declararon confesos, otros negaron y otros guardaron silencio.
Los 10 indiciados está bajo proceso dentro de la causa penal 20/2015 por el delito de secuestro agravado por en agravio de Guillermo Chávez Hernández, mejor conocido como "La Mema" y pensionado de la Cervecería Moctezuma.
En punto de las 10 de la mañana fue presentada la banda de plagiarios en el Juzgado, bajo estrictas medidas de seguridad por parte de elementos de Seguridad Pública y de la Dirección de Prevención y Readaptación Social.
Los primeros en comparecer fueron Salvador Salinas López, Osvaldo David Flores Bonilla y su pareja Elizabeth Secundino Gómez, quienes aceptaron su participación en los hechos, asegurando que ellos se encargaban de cuidar a las víctimas.
Luego Claudio Pérez Martínez, dueño de la casa donde mantenían a los plagiados, donde asesinaron y sepultaron al pensionado de Cer-Moc, quien aseguró que estaba amenazado de muerte por José Antonio Porras Ventura (a) "El Jack", jefe de la banda, el cual está prófugo.
Leopoldo Porras Ventura, Fernando de la Cruz Bravo, Pedro César Reyes, Jair Rosales Vázquez, Raymundo Cruz Cruz y Mario Alberto Rodríguez Rodríguez, levantaban a sus víctimas, algunos negaron los cargos y otros se apegaron al Artículo 20 Constitucional.
Historia del Secuestro del Pensionado:
Fue el 29 el enero por la noche, cuando Guillermo Chávez acudió a la casa de amasia, que se ubica en calle de Las Flores de Ixhuatlancillo, al salir fue interceptado por los delincuentes.
Tras cubrirle el rostro con una gorra lo subieron al taxi 1127 de Orizaba, que conducía uno de los secuestradores, para privarlo de su libertad y trasladarlo a la casa de seguridad en calle Alvaro Obregón sin número de Ixhuatlancillo.
A partir de ese momento se comunicaron con la familia del pensionado de Cermoc, exigiéndole $10 mil en efectivo, dinero que utilizarían para comprarle medicina, ya que era diabático y alimentos.
Después vía telefónica exigieron el pago de $500 mil por el rescate del secuestrado.
Al no recibir el dinero, los hampones se enojaron y decidieron ultimar a la víctima, luego lo envolvieron en una cobija y lo enterraron en la parte trasera de la vivienda.
Así mismo continuaron delinquiendo, hasta que fueron capturados por Elementos de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS) Región Córdoba.
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