CD. RIO BRAVO, TAM.-
Muere ahogado una persona y otros dos salvan su vida milagrosamente, al volcar la unidad motriz en que viajaban, cuando se desplazaban por la lateral del Canal Anzaldúas del lado Sur y al orillarse demasiado el camión, se suscitó el percance vial.
Gonzalo Báez Rodríguez, de 47 años de edad y domiciliado en la Brecha 126 Norte en los lotes de una Invasión, de oficio tractorista, es presumiblemente quien conducía un camión 350 de la marca Dodge de Redilas de color blanco, modelo 1992, con las placas de circulación WD-23-302 mexicanas, dijo que iban por la orilla del canal y que buscaban un lugar en donde poder bañarse.
Felipe Martínez Salazar, de 41 años de edad y con domicilio en la calle Morelos No. 702 de la colonia Cuauhtémoc, dijo ser el propietario del camión que volcó y al caer al agua, trataron afanosamente de tratar de rescatar a la persona que se encontraba atorado abajo del camión dentro del canal, pero sus esfuerzos fueron nulos, al no poder hacer nada al respecto.
Los hechos se dieron al filo de las 15:50 horas en la lateral del Canal Anzaldúas del lado Sur, entre las Brechas 109 y 110, arribando el perito Reynaldo Reyes y elementos de Protección Civil, así como paramédicos de la misma corporación, para intentar rescatar el cuerpo de la persona que se encontraba sumergida bajo el agua, no fue posible salvarle la vida, ya que se encontraba su cuerpo, aplastado por el mismo camión.
Se dio aviso al Ministerio Público, así como ordenar la presencia de una grúa, para remover el camión de donde se encontraba y rescatar al ahora occiso, estando presentes el Fiscal Investigador, el Actuario, la ambulancia fúnebre, mientras los Bomberos en coordinación con el personal de las grúas, realizaban las maniobras para rescatar el cuerpo de la persona atorada en el costado del vehículo.
Tras largas dos horas de maniobras, por fin fue rescatado el cuerpo sin vida de una persona del sexo masculino, portando tatuajes en su cuerpo, en el brazo izquierdo una rosa y le leía Jorge y M, en el brazo derecho una leyenda Lerma, en la parte del pecho una manos con un rosario, en el antebrazo izquierdo decía Arréazola, en la parte de la espalda un San Judas Tadeo y arriba del torax Arréazola, vestía una playera gris con negro, un pants de color caqui y tenis blancos.
Al dar fe el Ministerio Público del cadáver de esta persona, entre sus ropas portaba el CURP, con el nombre de Jorge Concepción Arréazola Ramos, de 30 años de edad y entre las personas que se acercaron a ver el cadáver de este joven, nos manifestaron que de apodo le decían "La Catrina", ordenando el Lic. Raúl Galindo Vira, que las personas que viajaban a bordo del camión, fueran puestas a disposición de él, para tomarles su declaración preparatoria en torno al caso.
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