ECATEPEC, Méx., 29 de agosto.- Al tratar de escapar de dos sujetos que lo interceptaron en la calle, aparentemente con la intención de robarle su teléfono celular, joven estudiante de medicina fue arteramente asesinado de varios balazos por la espalda, a plena luz del día y ante la mirada atónita de decenas de transeúntes.
A pesar de la resistencia que puso el desafortunado estudiante, después de que cayó herido de muerte, los miserables delincuentes de todos modos le robaron el celular y ya con el aparato en su poder subieron a una motoneta para darse a la fuga y perderse entre las calles del lugar, sin que hasta el momento se sepa nada de su identidad y posible paradero.
El lamentable hecho que costó la vida del joven estudiante, identificado como Cristian Eduardo Ruiz Martínez, de 19 años de edad, se registró al filo de las 9:00 de la mañana de hoy viernes, muy cerca de su domicilio, en la esquina de la calle Suterm y Avenida Central, en la Colonia Río de la Luz, en el peligroso e inseguro municipio de Ecatepec, donde por la incapacidad de la policía los asesinatos siguen siendo "el pan de cada día".
Autoridades policiacas informaron que de acuerdo a las versiones que dieron familiares del ahora occiso, Cristian acababa de salir de su domicilio y se dirigía al colegio para, como todos los días, tomar sus clases de medicina, pues deseaba ser doctor, cuando según comentarios de algunos de los vecinos fue interceptado por dos sujetos que viajaban en una motoneta, mismos que a punta de pistola y bajo amenazas de muerte intentaron robarle su teléfono celular.
Sin embargo, según comentaron los vecinos a los familiares, como Cristian puso resistencia e incluso corrió con la firme intención de escapar y evitar el asalto, uno de los delincuentes lo asesinó a quemarropa, al dispararle en repetidas ocasiones por la espalda.
Los vecinos informaron que mientras que el malogrado joven cayó herido de muerte, los miserables delincuentes todavía de manera cínica llegaron para arrebatarle el teléfono celular y luego de ello, sin que policía alguno se apareciera por el lugar, se dieron a la fuga a toda velocidad en su motoneta.
Los mismos vecinos, al percatarse que el joven estudiante estaba muy grave y que agonizaba, de inmediato pidieron el auxilio de los cuerpos de emergencia; sin embargo, pasaron más de 20 largos minutos, cuando elementos del SUEM arribaron a la zona, ya era demasiado tarde, pues ya había muerto.
Posteriormente, cuando el agente del ministerio público realizaba las diligencias ministeriales en la escena del crimen, familiares del ahora occiso llegaron y al tener de frente el cuerpo e identificarlo estallaron en llanto y a grito abierto exigieron a los policías ministeriales, estatales y municipales que se encontraban en el lugar justicia y la captura de los miserables asesinos, pues indignados aseguraron que el crimen de Cristian no puede quedar impune, menos cuando se trataba de un joven tranquilo y estudioso, a quien un par de malvivientes le cortaron de tajo la ilusión de ser algún día doctor, sólo porque se les dio la gana.
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