Cansados de los robos, los vecinos del fraccionamiento Tancol 33 han tomado acciones concretas para proteger su patrimonio y a sus familias, por principio decidieron fiscalizar el acceso al sector, compraron cámaras de vigilancia y han adquirido alarmas de pánico.
Los vecinos Jorge Luis Nava Vargas y Omar Morales Cruz, integrantes del comité de colonos del fraccionamiento, explicaron que el único apoyo que están pidiendo al municipio de Tampico es que se les otorgue el permiso para cerrar el acceso a la colonia, pues quieren tener un control de las personas que ingresan.
Por el momento cerraron de forma provisional con unos tambos, y ellos mismos hacen la supervisión de los ingresos, pero quieren invertirle en colocar una case y una pluma de acceso, motivados por el número de robos que se han presentado.
?Tapar la calle es identificar aquellos vehículos ajenos al fraccionamiento, los que son de aquí están plenamente identificados, tenemos un chat por cuadra, y uno de todo el fraccionamiento, cuando alguien llega con un vehículo extraño avisa?. dijo Omar Morales Cruz.
Las 600 familias que viven en el sector ya están organizadas, tienen un chat por cuadra, y uno general de todo el fraccionamiento, donde se lanzan reportes, si observan alguna situación inusual, y poder así pedir el apoyo de la policía.
Pero ellos no han parado sólo ahí, también decidieron cooperarse y comprar cámaras de vigilancia, que han ido instalado en cada una de las calles, lo que tuvo un costo de 8 mil pesos, pero que además piensan complementar con las alarmas de pánico.
?Estamos comprando cámaras por cuadra, nos gastamos ocho mil pesos, y nos vamos a cooperar por cuadra?, precisó José Luis Nava Vargas.
Estas últimas se pueden controlar desde cada una de las viviendas, de tal forma que si algún vecino observa la comisión de un delito, o la presencia de alguna persona en actitud sospechosa, la puede poner en marcha, el sonido alertará a todos, busca ahuyentar al delincuente pero también que los vecinos puedan llamar rápido a las autoridades.
Los vecinos explican que ello no quieren tener problema jurídicos, por ello están pidiendo el permiso para poder cerrar el fraccionamiento, sin embargo piden que se resuelva de forma rápida, pues la mayor parte de las casas se quedan solas durante el día, y eso ha permitido que varios residentes hayan tenido robos importantes.
También mandarán hacer logotipos de identificación para los vehículos, y el objetivo es que cada uno de los vecinos autorice el ingreso de alguna unidad no identificada, es decir deberá notificar si recibirá visita, o si contrató los servicios de algún camión materialista.
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