Paso del Macho, Ver.- Un obrero de ingenio Central Progreso, que hasta la madrugada de ayer se le vio cerca de su domicilio en estado inconveniente y acompañado de otro sujeto, cuya identidad se ignora, fue decapitado en los límites de este municipio con Camarón de Tejeda. Su cabeza la arrojaron a unos metros de donde quedó el cuerpo.
A temprana hora de ayer se notificó a la comandancia de la Policía Municipal que a unos metros del puente El Tlate, ya en terrenos de Camarón de Tejeda, se hallaba un cuerpo sin cabeza, en medio de un charco de sangre.
De inmediato policías municipales corroboraron el reporte, localizando a 50 metros del puente el cuerpo de una persona del sexo masculino. A unos metros, y entre la maleza, dejaron la cabeza.
El hallazgo fue notificado a la Policía Ministerial Acreditable que comanda Rodrigo Rodríguez que minutos después se presentó junto con personal de la Fiscalía.
Al puente El Tlate, que se ubica sobre la carretera Córdoba-Veracruz, vía Paso del Macho, arribaron también policías de Paso del Macho y de la estatal. El área fue acordonada ante la llegada de decenas de curiosos.
En el lugar se encontró un casquillo, calibre 9 mm. Sin embargo se confirmó que el cuerpo no presentaba ningún orificio de bala. Estaba en medio de un charco de sangre, por lo que se presume que lo asesinaron en ese lugar, decapitándolo.
Pasaban las 2 de la tarde cuando a la Fiscalía llegaron varias personas con la finalidad de realizar la identificación oficial.
Geovani Tecalco Pulido, de 34 años de edad, es quien fue decapitado en el puente El Tlate, en el municipio de Camarón de Tejeda. Era obrero de ingenio Central Progreso, según declaró su hermano Pedro.
El finado vestía una playera sport, pantalón de mezclilla color azul. Sus chanclas negras estaban cerca del cadáver, lo mismo que una gorra. La cabeza fue arrojada a unos metros, donde apenas crece la caña.
Según se conoció, Geovani Tecalco hasta la noche de este viernes anduvo de parranda. Incluso se dice que lo acompañaba otro sujeto, pero nadie da pormenores. Trabajaba en el ingenio Central Progreso, le apodaban "El Ojitos" y en el brazo derecho tenía un tatuaje con el nombre de "Reyna".
Las diversas corporaciones policiacas lo relacionan con la narcomanta que fue encontrada recientemente donde se alcanzaba a leer "a poco no doña Reyna".
Sobre el decapitado cuerpo fue encontrada una cartulina, con un mensaje cuyo texto no se dio a conocer a la Prensa, pero se sabe era contra un presidente municipal de la zona.
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