Oluta, Veracruz.- Narcoviolencia dejo este sábado a tres personas ejecutadas, los tres jóvenes del sexo masculino que no alcanzan la segunda década de vida, eran conocidos en la cabecera municipal, por lo que el deceso repentino ha causado consternación entre la población.
Fue la mañana del Sabado, cuando un joven había sido hallado sin vida en el camino de terracería que conduce a Consoguiapan, a un costado del balneario La Ceiba, en el municipio de Soconusco.
Más tarde los olutecos se enteraron que el ahora occiso, se llamó Alex Martín González de Aquino, apenas tenía 17 años de edad, para quienes lo conocieron lo apodaban “Chili Willy”, quien residía en la calle Enríquez en el barrio Tercero, según sus amigos era obrero, no tuvo la suerte de seguir estudiando y su último empleo fue trabajar de ayudante en la construcción de la autopista.
Su cuerpo es velado en su domicilio, incrédulos ante la noticia, han llegado amigos, familiares y allegados, en horas posteriores se le dará cristiana sepultura en el panteón de esta misma villa.
Apenas empezaba la noche de un fin de semana que pintaba de diversión en la zona conurbada de Oluta – Acayucan, pues los habitantes de ambas cabeceras municipales, se trasladan para visitar bares, restaurantes y antros, el puente que une a los municipios, es el lazo más estrecho e icónico, es una muestra de hermandad y amistad.
Ahí justo arriba del puente, a no más de 100 metros donde se instaló desde 2013 un destacamento de la Policía Naval, para poner en función en Acayucan el Mando Único, ocurrió otro cruento hecho, dos jovencitos que, apenas empezaban a vivir la flor de la adolescencia, murieron después de recibir varios impactos de arma de fuego.
Al principio no se sabían detalles de quienes habían perdido la vida de una manera inesperada, mientras las horas aciagas invadían los nervios de sus familiares, pues los jovencitos no respondían las llamadas del teléfono celular y la foto que circulaba, daban características, pero nada era oficial.
Pasada la media noche, se supieron los nombres, los cuerpos respondían en vida a Aldahir Limón Núñez de 16 años de edad, vecino de la calle Reforma del barrio Cuarto, al igual que Juan Carlos Molina Fortuna de 19 años de edad, vecino del callejón Guillermo Prieto, también del barrio Cuarto de Oluta.
Ambos eran estudiantes, el más pequeño cursaba la secundaria, el mayor el bachillerato, hijos de familia refieren sus allegados, quienes aún no alcanzan a entender el motivo de su asesinato, viajaban en una moto Italika, color amarillo con blanco, donde la muerte los sorprendió, donde los sicarios los alcanzaron y así, juntos como amigos, cuando a punto estaban de cruzar el puente, partieron al viaje sin retorno.
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